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domingo, 17 de junio de 2012

El verdadero título de 'El Jardín de los Cerezos'


Cerezas
Antón Chéjov empezó a escribir 'El Jardín de los Cerezos' el año 1903. Le tomó alrededor de seis meses terminarla, y su primera puesta en escena fue a comienzos de 1904 en el Teatro de Artes de Moscú.
Guindas
Aunque la obra se llama 'El Jardín de los Cerezos', la traducción resulta imprecisa. Por una parte no puede tratarse de un jardín, ya que consiste en un territorio de mil hectáreas, según los cálculos que hizo Lopajin. Y tampoco se trata de cerezos porque éstos no resisten el clima frío de Rusia. En cambio, sí se dan los árboles de guindo. Así que el nombre más exacto sería 'El Huerto de Guindos', que es además la forma como lo llaman los personajes a lo largo de la obra.

Estrenos de "El jardín de los cerezos"

México

 En noviembre del 2010 se estreno la obra de Antón Chéjov “El jardín de los cerezos”.
   Esta puesta de escena conmemoraba el 150 aniversario del natalicio de Chéjov, su director Luis de Tavira señala “es un entrañable escritor que refunda el realismo y abre claves para sondear dentro del corazón humano en términos del realismo más exacto y de la poesía más insospechada”.




 Chile

      En Chile de junio a agosto del 2006 se presentó en el teatro de la Universidad Católica de Chile “El jardín de los cerezos”, dirigida por Francisco Albornoz de la compañía Matadero Palma Teatro. Esta adaptación “propone una lectura de la historia y sociedad contemporánea, que a veces nos parece tan compleja y agobiante, a partir de un análisis y comprensión de la suma de nuestra propia historia y la de nuestras familias”.


El montaje de Francisco Albornoz entrega un enfoque contemporáneo que busca rescatar la trascendencia del ser humano en la sociedad, su valor político y el amor. En ella, los sueños y anhelos se frustran y provocan angustias debido al mundo exitista e individualista actual.


El jardín de los cerezos suele ser vista como su testamento estético e ideológico.


Teatro de Arte de Moscú


Teatro de Arte de Moscú
Establecido por Stanislavski y  Nemirovich-Danchenko en 1898 bajo el nombre de Teatro de Arte de Moscú (MXT). El teatro recibió el estatus de "Teatro Académico" en 1919 (MXAT).
Fue inaugurado el 14 de octubre (1898) con la obra "Tsar Fedor Ioanovich” en el edificio "Hermitage" del teatro. Desde 1902 se situó en Kamergersky pereulok en el edificio del antiguo teatro de Lionozov, que fue reconstruido ese mismo año por el arquitecto F. O. Shekhtel.
La existencia del Teatro de Arte comenzó a partir de una reunión de Stanislavsky y Nemirovich Danchenko en el "Bazar de Slaviansky" Restaurante el 19 de junio de 1897. El teatro llevó el nombre de "El arte-público" no por mucho tiempo, ya que en 1901 la palabra "público" se retiró, pero la orientación democrática hacia el espectador sigue siendo uno de los principios del MXT.
La compañia (O. Knipper, Moskvin I., Meierhold V., M. Savitskaya, Germanova M., Roksanova M., N. Litovtseva) fue formada por estudiantes de la rama de teatro de la Escuela de Teatro Musical de la Filarmónica de Moscú.
El verdadero nacimiento de la MXT está ligada con el drama de Anton Chéjov  y el de Máximo Gorki. En 1898 se estrenó La gaviota de Chéjov. Antón escribió tres obras más para esta compañía: Tío Vania (1897), Las tres hermanas (1901) y El Jardín de los cerezos (1904). Durante el trabajo en estas actuaciones se formó un nuevo tipo de actor, que con delicadeza comunicaba las cualidades de la psicología del héroe. Este método se llamó “realismo psicológico”, basado en la naturalidad del actor para proyectar al espectador el mundo emocional de los personajes.

El Teatro de Arte de Moscú es el primer teatro de Rusia, que puso en práctica la reforma del repertorio, creó su propio círculo, y  vivió del desarrollo consecutivo de sus estrenos.

sábado, 16 de junio de 2012

Personajes

Gáiev y Lubov Andréievna, en la película de 1999, The cherry orchard

LUBOV ANDRÉIEVNA. Propietaria. Nostálgica. Se emociona con facilidad. Gasta el dinero en cosas inútiles, aún cuando es lo último que le va quedando, y ella lo sabe. Le cuesta asumir el hecho que la finca va a ser vendida.

ANIA. Hija de Lubov Andréievna. Diecisiete años. Siempre apoya y anima a su madre. Es optimista y entusiasta. Está enamorada de Trofímov.

VARIA. Hija adoptiva de Lubov Andréievna. Veinticuatro años. Es la que pone el orden en la casa, y se encarga de los quehaceres. Quiere a su hermana Ania. Su sueño es casarse con un hombre rico e irse a peregrinar a lugares santos. Prudente, sensata; aunque a veces simplemente quiere irse y olvidarse de todo. Siente que siempre que tiene que estar ocupada haciendo algo. Es seria con Lopajin, lo desprecia.

GRISHA. El hijo pequeño de Lubov Andréievna, y hermano de Ania. Murió a los siete años, un mes después que su padre, ahogado en el río.

GÁIEV. Hermano de Lubov Andréievna. Cincuenta y un años. Desconfía de Lopajin, y no soporta a Yasha. Habla de más en los momentos menos oportunos. Hace declaraciones exageradas; y discursos que averguenzan a sus sobrinas.

LOPAJIN. Comerciante. Está obsesionado con la categoría de clases, y que cada quien esté en el lugar que le corresponde. Es más rico de lo que fue su padre, pero en el fondo él sigue considerándose un campesino, ya que no tiene estudios. Su padre lo maltrataba. Alaba y dedica palabras amables a Lubov Andréievna, aunque en realidad sienta rencor hacia ella. Resentido. Siempre aprovecha la ocasión de decir algo desagradable. Está interesado en Varia.

TROFÍMOV. Estudiante. También conocido como el <eterno estudiante>, ya que lo han expulsado dos veces de la universidad y nunca ha terminado una carrera. Esto es algo que se le echa constantemente en cara. Se insiste en que ha envejecido; sin embargo, ni siquiera supera los treinta años. Fue el maestro de Grisha. Tiene un aire reflexivo y filosófico. Está enamorado de Ania.

PISCHIK. Terrateniente. Se impresiona con facilidad de casi cualquier cosa. Está siempre preocupado o hablando de dinero. Busca obtener préstamos de Lubov Andréievna.

SHARLOTTA. Institutriz. Malabarista y ventrílocua. Quedó huérfana siendo muy pequeña, y no sabe quién es, cuántos años tiene, ni quiénes fueron sus padres. Sólo recuerda los trucos que le enseñaron. Es fría y tajante. Se siente sola e incomprendida.

EPIJÓDOV. Escribiente. Hombre pacífico, algo torpe. Siempre tiene algún tipo de percance. Lo considera parte de su vida cotidiana. Triste y pesimista. Está enamorado de Duniasha.

DUNIASHA. Doncella. Delicada, se viste bien. Está en la casa desde pequeña, y eso la ha hecho aspirar a más en la vida. Los halagos que recibe refuerzan ese concepto de valía, pero al mismo tiempo la confunden. Trata a los de la casa con confianza, pero siempre servicial. Nadie la toma en cuenta cuando quiere hablar de sus cosas, consideran que sus preocupaciones son insignificantes. Siente curiosidad por los lujos y la gran vida. Estaba interesada en Epijódov, pero al final termina enamorándose de Yasha.

FIRS. Viejo lacayo. Ochenta y siete años. Manda a los demás sirvientes, tiene cierta autoridad. Hace comentarios maliciosos de vez en cuando. Sin embargo, se mantiene fiel a Lubov Andréievna. Está medio sordo. Hace constante mención a asuntos del pasado relacionados a la casa o al huerto de guindos; época en que según él, todo era mejor.

YASHA. Joven lacayo. Descarado, confianzudo, y arrogante. Ha estado en el extranjero, y se siente superior por eso. Cree que imitando los modales de los nobles va a ser como ellos. Es exigente y crítico, se cree demasiado distinguido como para tolerar las cosas y las costumbres de la casa, incluso las del país.

CONDESA. Tía de Lubov Andréievna y Gáiev; y abuela de Ania; que vive en Yaroslavl. Ninguno de los tres siente mucho afecto por ella. Pero tiene dinero. Se depositan esperanzas de que ella los ayudará en la subasta o con las deudas de la finca.

Resumen de los actos


ACTO I


    Propiedad de Lubov Andréievna.
     
  • Lopajin y Duniasha esperan en casa la llegada de Lubov Andréievna, quien vuelve desde París en compañía de Ania, y su institutriz, Sharlotta.
  • Lopajin menciona que han pasado cinco años desde que Lubov Andréievna viajó al extranjero, y recuerda la vez en su adolescencia que ella lo trató de mujik -manera despectiva de llamar a los campesinos-.
  • Duniasha le comenta a Lopajin que Epijódov se le ha declarado, pero que no sabe qué hacer. Lopajin no le hace caso.
  • Llegan Lubov Andréievna, Ania, y Sharlotta acompañadas de Gáiev, Varia y Pischik.
  • Duniasha y Varia se encargan de recibir y atender a las recién llegadas.
  • Ania le cuenta a Varia cómo fue su llegada a París, la triste condición en que encontró a su madre, y cómo ésta ha ido despilfarrando el dinero.
  • Yasha, que también vino desde París, se reencuentra con Duniasha. La abraza y sale corriendo.
  • Ania recuerda cómo hace seis años murió su padre, cómo un mes después se ahogó su hermano menor Grisha; y cómo su madre no pudo soportarlo y se fue de la casa.
  • Después se va a su cuarto a descansar.
  • Para salvar la propiedad que está en subasta por impago de deudas, Lopajin propone a Lubov Andréievna y Gáiev construir en el terreno dachas de veraneo. Eso implicaría echar abajo la casa y talar el viejo huerto de guindos. Ni a Lubov Andréievna ni a Gáiev les gusta la idea.
  • Antes de irse, Lopajin les pide que reconsideren su propuesta.
  • Aparece Trofímov a saludar.
  • Gáiev y Varia hablan acerca de lo conveniente que sería que la condesa los ayudara económicamente a salir de su situación.
  • Ania aparece, pero Varia la lleva de regreso a dormir. Trofímov las alcanza a ver desde lejos.


ACTO II


    En medio del campo. Está a punto de ponerse el sol.

  • Yasha y Duniasha mantienen una relación en secreto.
  • Lopajin insiste a Lubov Andréievna y Gáiev que tomen una decisión acerca de las dachas. Afirma que es necesario hacerlo cuanto antes, ya que el dinero les ayudaría a salvar su propiedad.
  • Lubov Andréievna opina que la idea es vulgar, y la desaprueba. Gáiev también.
  • Lopajin se molesta e intenta irse. Lubov Andréievna le pide que no se vaya, y le cuenta acerca de lo que ella denomina 'sus pecados': gastar el dinero innecesariamente; haberse casado con alguien que bebía mucho y que sólo le trajo deudas; haberse enamorado de otro hombre, y que como consecuencia de eso – según ella – muriera ahogado su hijo; haberse sacrificado por su amante, quien sólo la utilizó y terminó engañándola con otra. Y hasta un intento de suicidio.
  • Lopajin coincide en que la vida es estúpida y menciona que es un mujik tan imbécil como lo fue su padre.
  • Lubov Andréievna le sugiere a Lopajin que se case con Varia. Lopajin está de acuerdo.
  • Aparecen Trofímov, Ania y Varia. Trofímov empieza a filosofar acerca del orgullo.
  • Cuando todos están por volverse a la casa, aparece un transeúnte, algo bebido.
  • El transeúnte les pregunta hacia dónde está la estación, y aprovecha además de pedirles dinero.
  • En su nerviosismo, Lubov Andréievna le entrega una moneda de oro. El transeúnte agradece y se va.
  • Asustada, Varia le reprocha a su madre el que haya entregado una moneda de oro así como así.
  • Lubov Andréievna le cuenta a Varia que ha estado hablando con Lopajin acerca de su futura boda. A Varia no le gusta hablar del tema.
  • Todos se regresan a casa menos Ania y Trofímov.
  • Trofímov filosofa acerca del pasado.
  • Se hace de noche. Varia grita en busca de su hermana. Ania y Trofímov la escuchan, pero no quieren que los molesten, y se van al río.


ACTO III



         Salita, junto al salón de baile. Está tocando una orquesta judía.

  • Lubov Andréievna se pregunta porqué Gáiev se demora tanto en volver de la subasta de la propiedad.
  • Sharlotta entretiene a los presentes con juegos de manos y magia.
  • Ante la insistencia de Trofímov y Lubov Andréievna, Varia aclara que no va a casarse con Lopajin, ya que éste no le ha dicho nada al respecto.
  • Lubov Andréievna sigue preocupada por el resultado de la subasta. Trofímov le pide que se tranquilice, que deje de engañarse a sí misma – porque el asunto ya está zanjado –; y que acepte los hechos tal y como son.
  • Lubov Andréievna se angustia, se entristece. Le dice a Trofímov que feliz aceptaría que se casara con Ania si él deja de ser un ocioso y finalmente logra sacar una carrera.
  • Después, le cuenta de un telegrama que ha recibido de París, en el cual su amante le pide que vuelva. Ella defiende ciegamente al hombre, a pesar de que Trofímov le hace notar que sólo se trata de un canalla. Discuten. Trofímov se va y se cae por las escaleras. Ania y Varia se ríen.
  • Firs hace recuerdo de cómo los bailes que se celebraban en la casa solían tener invitados más respetados y distinguidos.
  • Yasha le pide a Lubov Andréievna que si se va a París, lo lleve a él también.
  • Epijódov intenta hablar con Duniasha, pero ella está más concentrada en la fiesta.
  • Varia le pide a Epijódov que se vaya de la casa porque no hace nada útil y tampoco ha sido invitado. Discuten. Varia intenta echar a Epijódov a bastonazos.
  • Sin querer, Varia enarbola el bastón contra Lopajin, quien acaba de llegar de la subasta en compañía de Gáiev.
  • Lubov Andréievna pregunta qué pasó con la subasta, pero Gáiev está muy cansado y abrumado como para hablar.
  • Lopajin anuncia que él ha comprado el huerto.
  • Lubov Andréievna se desmorona, y se pone a llorar. Varia se quita el llavero que tenía colgado de la cintura, lo tira en medio de la salita, y se va.
  • Lopajin describe cómo compitió con otro comprador en medio de la subasta. Comenta lo paradójico que es que precisamente él comprara la finca donde su padre y su abuelo habían trabajado como esclavos; y recoge las llaves, reprochándole a Lubov Andréievna no haberle hecho caso cuando tuvo la oportunidad.
  • Pischik se lleva a Lopajin de la salita en consideración a Lubov Andréievna.
  • Ania consuela a su madre diciéndole que aún le queda toda una vida por delante; y le asegura que juntas plantarán un huerto más hermoso que el que perdieron.


ACTO IV



         Ya casi no hay decorativos en la casa. Sólo maletas, sacos de viaje, bultos, y algunos muebles. Los campesinos pasan a despedirse antes de que todos tomen el tren.
    Se especifica cuáles van a ser los planes a futuro de cada uno.
  • Lopajin se va a Járkov durante el invierno, a trabajar.
  • Trofímov va a Moscú.
  • Gáiev obtiene un trabajo como empleado de banco.
  • Yasha se va a Francia a trabajar para Lubov Andréievna. Él y Duniasha se separan.
  • Lubov Andréievna se va a vivir a París con el dinero que la condesa envió para comprar la finca.
  • Ania va a prepararse para los exámenes del Liceo, y trabajará para ayudar a su madre. Después planea ir a reunirse con ella.
  • Sharlotta le pide a Lopajin que le encuentre un lugar dónde vivir.
  • Pischik logra invertir su mala situación económica, y es capaz de retribuir las deudas que tenía. Va a arrendarle sus tierras a unos ingleses que han encontrado una 'arcilla blanca' en ellas.
  • Varia va a trabajar como ama de llaves en una casa de Yashnevo.
  • Epijódov va a trabajar para Lopajin.
  • Y aunque la intención de Firs era irse también con Lubov Andréievna, termina quedándose encerrado en la casa después que todos se han ido.

Chéjov y 'El Jardín de los Cerezos'


Hay aspectos que coinciden entre la vida y las circunstancias que tuvo que pasar Chéjov (1860-1904), y las que se retratan en 'El Jardín de los Cerezos' (1903). 
 
El abuelo de Chéjov, Egor Mijáilovich Chej, fue un campesino que sólo pagando una extraordinaria suma a su amo, el terrateniente Chertkov, logró tener derecho a llevar un apellido. Egor era de carácter fuerte, pero también organizado e inteligente. Debido a éso, un famoso conde puso en sus manos la administración de una finca. Y aún habiendo vivido la esclavitud en carne propia, Egor estaba de acuerdo con el régimen de servidumbre y trataba a los campesinos con la misma dureza y exigencia con que se trataba a sí mismo. Éstas características recuerdan en cierta forma a Lopajin, quien también tuvo una vida y una transición parecidas.

Es un tema habitual en Chéjov el de la casa paterna que va a dar a otras manos. Y eso se debe a que el padre de Chéjov, Pável Chéjov, pudo comprar una casa propia cuando Antón tenía apenas catorce años, todo por medio de grandes sacrificios. Sin embargo, en uno de sus tantos tiempos de crisis se vio obligado a firmar algunas letras, las que tampoco fue capaz de pagar, y huyó de Moscú para evitar ser encarcelado por deudas. Un huésped que la familia había recibido en casa para ayudar con los gastos, Gavril Parféntievich Selivánov, se ofreció a pagar las deudas de tal forma que la casa no fuera vendida en subasta pública. Sólo que además de hacerlo, se terminó quedando con la casa también. Los muebles pasaron a un acreedor, menos un armario, que no le gustó por alguna razón -y al que Chéjov hace una pequeña referencia en la obra-. Este tipo de problemas financieros y domésticos lo impactaron profundamente y reaparecieron en toda su magnitud en El Jardín de los Cerezos.

En 1892, Chéjov compró una pequeña finca en Mélijovo, a 60 km de Moscú. Allí plantó un huerto de manzanos y guindos – que eran los que más le gustaban –. Tiempo después, cuando se mudó a Yalta debido a su mal estado de salud, Chéjov quedó devastado al enterarse que el comprador de su antigua finca había echado abajo gran parte de la huerta.

 En 1901 se casa con Olga Knipper, actriz que había actuado en sus obras.

La servidumbre y los mujik

      En 'El jardín de los cerezos', Lopajin recuerda constantemente la palabra mujik, que es como Lubov Andréievna lo llamó una vez cuando él era adolescente; y que es además la manera en que Lopajin se categoriza a sí mismo, a su padre, y a su abuelo. 
 
      Ya durante el siglo XVII, era común que en Rusia los terratenientes obligaran a los campesinos a quedarse en las fincas durante casi todo el año, forzándolos a hacerlo incluso a través de la violencia. Sin embargo, la servidumbre como tal fue reglamentada en gran parte de las tierras rusas el año 1649; después que se dieran varios casos en que los campesinos se escapaban de las fincas de los aristócratas.
      De modo que todos los campesinos – o pequeños comerciantes, o artesanos – y sus descendientes, empezaron a quedar confinados en las tierras, sujetos a la voluntad de algún terrateniente. Que un siervo escapara era considerado un delito grave. 



      Los siervos tenían derecho a comprar su libertad pagándoles a los terratenientes, pero era poco común que algo como eso sucediera. Incluso quienes lograban hacerlo, no dejaban de padecer un grave estigma social, del cual Rusia tardó décadas en recuperarse.
      La servidumbre fue abolida en 1861, eliminándose los derechos que tenían los terratenientes sobre los siervos. Aún así, ésta medida no mejoró la condición de vida de los campesinos; quienes sin ninguna otra alternativa, debieron quedarse igual en las fincas con sus terratenientes.
      A partir de ese mismo año, 1861, a los siervos se los empezó a llamar mujik (hombre). Esta palabra, sin embargo, hacía referencia a campesinos que no poseían tierras, que eran pobres e ignorantes. También se le atribuía un significado más oscuro, como perverso o embustero.
      Los campesinos fueron conocidos como mujik hasta 1917. En la actualidad, el término mujik se utiliza en Rusia durante conversaciones informales para referirse a otra persona, ya sea un amigo, o un conocido.


viernes, 15 de junio de 2012

Perspectivas


Perspectivas
A pesar que la Rusia del siglo XIX, ad portas de la Revolución, que implicaría un gran cambio social, la obra “El jardín de los cerezos” no pierde vigencia en nuestros días. La creación entera de Chéjov respira una ideología de fondo social avanzada para la época.

Conflicto entre lo urbano y lo rural, las luces de la ciudad, en especial Paris, que es la que se menciona, como la ciudad del refinamiento, y el conocimiento, y en contra oposición el campo, el huerto de los cerezos, que en verdad era mucho más que un huerto, una plantación de guindos.
 “La concisión es hermana del talento, fórmula de su estilo”, así se califica el secreto del éxito de su obra. Chéjov fue un virtuoso en el arte de hacer reír entre lágrimas, de evidenciar las lacras y al mismo tiempo exculparlas blandamente. Muestra  que el mal no solo está presente en los delitos o la injusticia, sino que también se encuentra en menudencias, en pláticas insustanciales, en hechos cotidianos, en la conducta de personas de carácter débil, incapaces de acciones malas ni buenas. La belleza interior solo la tienen las personas sinceras ajenas a cualquier falsedad
Chéjov presenta a sus personajes como personas bondadosas, algunas con talento y algunas sin él, cuyas vidas se convierten en absurda incongruencia debido a las circunstancias. Otros son personas hurañas, mutiladas por su época, a quienes nos resulta casi imposible responsabilizar de sus sentires y mediocridad.
Proscribió de sus obras todo lo teatral, todo lo espectacular, el efectismo, le dio a la acción dramática una nueva estructura de simple sucesión de cuadros cotidianos, diálogos fluidos con lo que logra impresiones generales y por la novedad y lo candente de los temas se gana al público.
“Lo que no está escrito, esto más importa” así lo señala Chéjov y esto llevándolo a la obra de El jardín de los cerezos, podría entonces hacer alusión a la revolución social que se avecina, la alicaída clase aristocrática, y la naciente clase comercial burguesa, el poder que da el conocimiento, los estudios, permitiendo que las personas puedan surgir y vivir de mejor manera, además de la consecuente movilidad y revolución social que esto genera. El mismo Antón vivió esto, ya que de familia humilde en términos socioeconómicos, mediante sus estudios de medicina y su trabajo como escritor llega a tener una vida muy distinta a la que tuvieron sus padres y abuelos.
Antón Chéjov construye clase a través de la corporeidad, “que manos tan blanquísimas, como las de una señorita” (Daniusha). Él “menciona” aspectos como los ya comentados, como cuando Lopajin le dice a Duniasha “hay que saber estar en su sitio”, recordemos que ella era una doncella de la casa, trabajaba allí pero su comportamiento, sus modales y algunos detalles como los que resalta Lopajín parecen mostrar que ella olvida su posición.

También tenemos a Ania que dice “hablo muy mal el francés”, y respecto a su madre  “encarga los platos más caros y da propinas de un rublo”, hace mención al despilfarro impropio de su madre, en condiciones que están en la bancarrota, y toca el tema del conocimiento propio de una clase aristocrática en decadencia.
Firs, el sirviente, pone a todos en su lugar todo el tiempo, se ríe de Yasha, “está bien educado” dice Duniusha sobre el lacayo que se da grandes aires de educación por haber vivido en Paris. Firs siempre mira hacia el pasado, lo evoca. De hecho al final de la obra el queda encerrado en la casa cuando todos ya se han marchado, está muy enfermo, a punto de morir, todos se han ido, la hacienda ha sido vendida, y el huerto será arrasado, es como el fin del pasado glorioso de esta aristocracia.
Hace mención a la modernidad, describiendo como parte de la escenografía,  postes de telégrafo. Da cuenta también del ferrocarril, el emblema de la modernidad.
Esta es la obra histórica más importante de Chejov, puesto que alude a una clase social que nace, la de los comerciantes y el surgimiento de los veraneantes “las dachas”, y la decadencia de la aristocracia.
Firs se sienta en un diván, se han olvidado de él, enfermo y abandonado...la muerte de una clase social.